Científica
Comercial
Cultural
Industrial
Religiosa
Acad
Habilidad exclusiva
Ciudad-estado militarista
1 Enviado 
: +2 a la Producción 
en la capital 
al producir unidades.
3 Enviados : +2 a la Producción en cada ciudad con un Cuartel o un Establo al producir unidades.
6 Enviados : +2 a la Producción en cada ciudad con un Arsenal al producir unidades.
Bonificación suzerana de Acad
Los ataques cuerpo a cuerpo y de unidades anticaballería infligen el máximo de daño a las Murallas de la ciudad.
Contexto histórico
Acadia, según se sabe por la literatura y por los artefactos arqueológicos encontrados, fue la capital de un poderoso imperio que gobernó toda Mesopotamia, aunque su ubicación exacta se ha perdido en las brumas de la historia.
En algún momento del tercer milenio a. C., existió una ciudad en el margen occidental del río Éufrates, en el punto más próximo al río Tigris, al norte de la ancestral Sumeria. Estaba habitada por semitas que adoraban a un panteón de dioses primitivo. Acadia fue fundada o restaurada por el rey Sargón en el 2334 a. C., quien dominó la región tras vencer a los sumerios, de forma que estableció el que pudo haber sido el primer imperio del mundo en albergar varias etnias y lenguas. En el cénit de su civilización, los acadios gobernaron las antiguas ciudades-estado sumerias, a los elamitas, los protoasirios y varias regiones de lo que hoy es Siria, ya fuese de forma directa o mediante un sistema de vasallaje.
Los arqueólogos han señalado que a Sargón le sucedieron seis reyes y un interregno en el Imperio acadio. Se erigieron monumentos a las victorias de Sargón y los demás reyes (sobre todo Naram-Sin), aunque algunos de ellos fueron llevados a otras ciudades como botín por quienes más tarde conquistaron a los acadios.
Los acadios practicaron una de las formas más antiguas de organización urbana, que incluía un sistema de trabajo para el estado, correspondencia oficial (quizá fueran los primeros en emplear envoltorios para las tablillas cuneiformes) y comercio internacional bajo la forma de "regalos diplomáticos" de plata y lapislázuli. Empleaban la escritura cuneiforme, pero en su propio idioma, que con el tiempo reemplazó al sumerio incluso en los viejos territorios sumerios y sobrevivió miles de años tras el imperio. El primer poema de autor conocido es acadio: un conjunto de himnos escritos por la princesa y sacerdotisa Enheduanna, hija del poderoso Sargón.
El declive de Acadia coincide con un período de cambio climático, responsable también del ocaso del Imperio antiguo de Egipto y de las civilizaciones del valle del Indo. El clima de Mesopotamia se tornó más árido y la agricultura no pudo sostener a la enorme población de las ciudades. Otros pueblos posteriores atribuyen la decadencia de Acadia al saqueo del templo de Enlil en Nippur por parte del rey Nara-Sin, que provocó que los dioses abandonaran a este pueblo impío.
A pesar de que la cronología y las contribuciones de Acadia se hayan conservado en registros arqueológicos, no ha sido posible verificar el paradero exacto de la ciudad. Queda por ver si puede extraerse algún rastro de su existencia del palimpsesto geográfico que resulta ser el espacio de tierra entre los dos ríos.
En algún momento del tercer milenio a. C., existió una ciudad en el margen occidental del río Éufrates, en el punto más próximo al río Tigris, al norte de la ancestral Sumeria. Estaba habitada por semitas que adoraban a un panteón de dioses primitivo. Acadia fue fundada o restaurada por el rey Sargón en el 2334 a. C., quien dominó la región tras vencer a los sumerios, de forma que estableció el que pudo haber sido el primer imperio del mundo en albergar varias etnias y lenguas. En el cénit de su civilización, los acadios gobernaron las antiguas ciudades-estado sumerias, a los elamitas, los protoasirios y varias regiones de lo que hoy es Siria, ya fuese de forma directa o mediante un sistema de vasallaje.
Los arqueólogos han señalado que a Sargón le sucedieron seis reyes y un interregno en el Imperio acadio. Se erigieron monumentos a las victorias de Sargón y los demás reyes (sobre todo Naram-Sin), aunque algunos de ellos fueron llevados a otras ciudades como botín por quienes más tarde conquistaron a los acadios.
Los acadios practicaron una de las formas más antiguas de organización urbana, que incluía un sistema de trabajo para el estado, correspondencia oficial (quizá fueran los primeros en emplear envoltorios para las tablillas cuneiformes) y comercio internacional bajo la forma de "regalos diplomáticos" de plata y lapislázuli. Empleaban la escritura cuneiforme, pero en su propio idioma, que con el tiempo reemplazó al sumerio incluso en los viejos territorios sumerios y sobrevivió miles de años tras el imperio. El primer poema de autor conocido es acadio: un conjunto de himnos escritos por la princesa y sacerdotisa Enheduanna, hija del poderoso Sargón.
El declive de Acadia coincide con un período de cambio climático, responsable también del ocaso del Imperio antiguo de Egipto y de las civilizaciones del valle del Indo. El clima de Mesopotamia se tornó más árido y la agricultura no pudo sostener a la enorme población de las ciudades. Otros pueblos posteriores atribuyen la decadencia de Acadia al saqueo del templo de Enlil en Nippur por parte del rey Nara-Sin, que provocó que los dioses abandonaran a este pueblo impío.
A pesar de que la cronología y las contribuciones de Acadia se hayan conservado en registros arqueológicos, no ha sido posible verificar el paradero exacto de la ciudad. Queda por ver si puede extraerse algún rastro de su existencia del palimpsesto geográfico que resulta ser el espacio de tierra entre los dos ríos.
Tipos de ciudades-estado
Militarista
Tipos de ciudades-estado
Militarista
Habilidad exclusiva
Ciudad-estado militarista
1 Enviado : +2 a la Producción en la capital al producir unidades.
3 Enviados : +2 a la Producción en cada ciudad con un Cuartel o un Establo al producir unidades.
6 Enviados : +2 a la Producción en cada ciudad con un Arsenal al producir unidades.
Bonificación suzerana de Acad
Los ataques cuerpo a cuerpo y de unidades anticaballería infligen el máximo de daño a las Murallas de la ciudad.
Contexto histórico
Acadia, según se sabe por la literatura y por los artefactos arqueológicos encontrados, fue la capital de un poderoso imperio que gobernó toda Mesopotamia, aunque su ubicación exacta se ha perdido en las brumas de la historia.
En algún momento del tercer milenio a. C., existió una ciudad en el margen occidental del río Éufrates, en el punto más próximo al río Tigris, al norte de la ancestral Sumeria. Estaba habitada por semitas que adoraban a un panteón de dioses primitivo. Acadia fue fundada o restaurada por el rey Sargón en el 2334 a. C., quien dominó la región tras vencer a los sumerios, de forma que estableció el que pudo haber sido el primer imperio del mundo en albergar varias etnias y lenguas. En el cénit de su civilización, los acadios gobernaron las antiguas ciudades-estado sumerias, a los elamitas, los protoasirios y varias regiones de lo que hoy es Siria, ya fuese de forma directa o mediante un sistema de vasallaje.
Los arqueólogos han señalado que a Sargón le sucedieron seis reyes y un interregno en el Imperio acadio. Se erigieron monumentos a las victorias de Sargón y los demás reyes (sobre todo Naram-Sin), aunque algunos de ellos fueron llevados a otras ciudades como botín por quienes más tarde conquistaron a los acadios.
Los acadios practicaron una de las formas más antiguas de organización urbana, que incluía un sistema de trabajo para el estado, correspondencia oficial (quizá fueran los primeros en emplear envoltorios para las tablillas cuneiformes) y comercio internacional bajo la forma de "regalos diplomáticos" de plata y lapislázuli. Empleaban la escritura cuneiforme, pero en su propio idioma, que con el tiempo reemplazó al sumerio incluso en los viejos territorios sumerios y sobrevivió miles de años tras el imperio. El primer poema de autor conocido es acadio: un conjunto de himnos escritos por la princesa y sacerdotisa Enheduanna, hija del poderoso Sargón.
El declive de Acadia coincide con un período de cambio climático, responsable también del ocaso del Imperio antiguo de Egipto y de las civilizaciones del valle del Indo. El clima de Mesopotamia se tornó más árido y la agricultura no pudo sostener a la enorme población de las ciudades. Otros pueblos posteriores atribuyen la decadencia de Acadia al saqueo del templo de Enlil en Nippur por parte del rey Nara-Sin, que provocó que los dioses abandonaran a este pueblo impío.
A pesar de que la cronología y las contribuciones de Acadia se hayan conservado en registros arqueológicos, no ha sido posible verificar el paradero exacto de la ciudad. Queda por ver si puede extraerse algún rastro de su existencia del palimpsesto geográfico que resulta ser el espacio de tierra entre los dos ríos.
En algún momento del tercer milenio a. C., existió una ciudad en el margen occidental del río Éufrates, en el punto más próximo al río Tigris, al norte de la ancestral Sumeria. Estaba habitada por semitas que adoraban a un panteón de dioses primitivo. Acadia fue fundada o restaurada por el rey Sargón en el 2334 a. C., quien dominó la región tras vencer a los sumerios, de forma que estableció el que pudo haber sido el primer imperio del mundo en albergar varias etnias y lenguas. En el cénit de su civilización, los acadios gobernaron las antiguas ciudades-estado sumerias, a los elamitas, los protoasirios y varias regiones de lo que hoy es Siria, ya fuese de forma directa o mediante un sistema de vasallaje.
Los arqueólogos han señalado que a Sargón le sucedieron seis reyes y un interregno en el Imperio acadio. Se erigieron monumentos a las victorias de Sargón y los demás reyes (sobre todo Naram-Sin), aunque algunos de ellos fueron llevados a otras ciudades como botín por quienes más tarde conquistaron a los acadios.
Los acadios practicaron una de las formas más antiguas de organización urbana, que incluía un sistema de trabajo para el estado, correspondencia oficial (quizá fueran los primeros en emplear envoltorios para las tablillas cuneiformes) y comercio internacional bajo la forma de "regalos diplomáticos" de plata y lapislázuli. Empleaban la escritura cuneiforme, pero en su propio idioma, que con el tiempo reemplazó al sumerio incluso en los viejos territorios sumerios y sobrevivió miles de años tras el imperio. El primer poema de autor conocido es acadio: un conjunto de himnos escritos por la princesa y sacerdotisa Enheduanna, hija del poderoso Sargón.
El declive de Acadia coincide con un período de cambio climático, responsable también del ocaso del Imperio antiguo de Egipto y de las civilizaciones del valle del Indo. El clima de Mesopotamia se tornó más árido y la agricultura no pudo sostener a la enorme población de las ciudades. Otros pueblos posteriores atribuyen la decadencia de Acadia al saqueo del templo de Enlil en Nippur por parte del rey Nara-Sin, que provocó que los dioses abandonaran a este pueblo impío.
A pesar de que la cronología y las contribuciones de Acadia se hayan conservado en registros arqueológicos, no ha sido posible verificar el paradero exacto de la ciudad. Queda por ver si puede extraerse algún rastro de su existencia del palimpsesto geográfico que resulta ser el espacio de tierra entre los dos ríos.
